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Hay ciertas cosas que registran específicamente nuestros actos, palabras y pensamientos. Entonces, nuestros actos, palabras y pensamientos, ya sean correctos o incorrectos, formarán un tipo particular de atmósfera, y ésta nos rodeará. Nos seguirá dondequiera que vayamos. Mientras estemos vivos, nos rodea. Esto, en ciencia, se denomina el “campo magnético de una persona”. Campo magnético. Este campo magnético, incluso después de que una persona muere, sigue rodeando su otro tipo de cuerpo. A menos que seas un gran practicante con un enorme poder espiritual, puedes disolverlo. De lo contrario, pueden pasar cientos de años antes de que se disuelva. No es tan sencillo. Después de cientos de años, ese campo magnético desaparecerá gradualmente por sí solo. O bien se transforma en otro lugar, o bien se ve afectado por las circunstancias, o es absorbido por otros, hasta que se dispersa y se desvanece. Es como las nubes. Como cuando tenemos una una gran fábrica, cocinamos muchas cosas, fabricamos muchas cosas, y luego el humo se eleva y se convierte en nubes muy oscuras. Pero estas nubes oscuras no pueden desaparecer inmediatamente. Así que en algunos lugares, cuando hay demasiadas fábricas, todo el cielo se llena de nubes negras (smog). Eso no es bueno para la salud de las personas. Hay muchos lugares así en el mundo, donde las personas, aunque no estén enfermas, tienen que respirar con tanques de oxígeno. ¿Han oído hablar de ello? ¿Lo han visto en la televisión? Como en São Paulo, o algunos otros lugares, donde no hay suficiente oxígeno y las personas tienen que respirar con tanques de oxígeno. Incluso los niños ya necesitan usar tanques de oxígeno, porque la zona está rodeada de nubes negras (smog). De la misma manera, nuestra atmósfera interior también emite humo. También crea una atmósfera agradable o desagradable, haciendo que las personas se sientan cómodas o incómodas. Nosotros mismos somos los que creamos esto y somos los primeros en vernos afectados. Pero otros también se verán afectados. Es como una persona que fuma: daña su propio cuerpo, pero las personas que están a su lado, que respiran el humo, también se sienten incómodas. ¿No es así? Por eso nosotros, los practicantes espirituales, somos realmente los que más ayudamos a los demás. ¿Qué hacemos como practicantes espirituales? Por un lado, protegemos nuestras acciones, palabras y pensamientos – y no nos permitirnos cometer actos dañinos ni albergar pensamientos negativos que puedan perjudicarnos a nosotros mismos o a los demás. Por otro lado, absorbemos la energía Yang de lo Alto. Absorbemos el Poder de Dios que nos bendice, haciéndonos cada vez más sabios, con más y más Poder espiritual invisible. Esto puede ayudarnos a nosotros y ayudar a los demás. Ahora bien, cuando digo “Poder espiritual”, no me refiero a ese tipo de “hula hula, hula, hoop” y luego – ¡ah! Presumir así ante los demás. No. Me refiero al Poder espiritual trascendental. Naturalmente, ayudamos a los demás. A veces puede que ni siquiera nos demos cuenta, pero sin duda se puede sentir. A veces podemos ser conscientes de ello, pero no es algo que hagamos deliberadamente. Es como una flor – no libera deliberadamente su fragancia; es la fragancia misma. Ese tipo de Poder espiritual es el Poder de Buda, el Poder espiritual del Señor Jesucristo. No ese tipo de “hula, hula, hoop”. Por lo tanto, para nosotros, los practicantes espirituales, cuanto más puras se vuelven nuestras acciones, palabras y mente, más sabiduría obtenemos y más poder tenemos. Cualquier trabajo, cualquier cosa que hagamos, nos beneficia a nosotros y a los demás. Nos hacemos cada vez más grandes. Entonces, de forma natural, irradiaremos un tipo de campo magnético muy alegre, refrescante y beneficioso. Ya no será el campo magnético oscuro y agotador, cargado de karma. Cuando el Señor Jesucristo vivía, viajaba a pie. Mucha gente sabía que Él tenía un gran Poder. Había una persona que estaba muy enferma y, en secreto, tocó solo la túnica del Señor Jesucristo y su enfermedad se curó. De esto, no podemos afirmar que el Señor Jesucristo utilizó algún poder mágico “hula, hula, hoop» para curarla. No. Ni siquiera El Mismo Señor Jesucristo sabía en ese momento quién había tomado secretamente Su Poder. Por eso miró a Su alrededor y preguntó: “Quién acaba de tocar mi ropa?” Solo entonces la mujer tembló, se adelantó y se arrepintió: “Acabo de tocar Tu ropa. Ahora mi enfermedad ha desaparecido. ¡Gracias! Por favor, perdóname”. Entonces el Señor Jesucristo dijo: “Está bien, está bien. No pasa nada. Mientras te hayas curado.” Ese es el verdadero Poder espiritual. Él no utilizó deliberadamente ningún tipo de poder. Él Mismo era el Poder. Cualquiera que estuviera conectado con Él, cualquiera que entrara en contacto con Él, se beneficiaría naturalmente. Es así. También oímos hablar de un hombre que era sordo. Entonces, el Señor Jesucristo le ayudó y pudo oír. Pero lo que él “oía” no era necesariamente lo mismo que lo que nosotros “oímos”. Por lo que yo sé, este tipo de “oír” es en realidad un “Oír interior”. Por eso muchos de mis discípulos que son sordos también pueden oír el Sonido interior de Buda, la Voz de Dios. Nosotros, con oídos muy normales, no podemos oír ese Sonido Celestial interior. Oímos los sonidos de este mundo, pero somos sordos a la Voz de Dios. Así que esas personas sordas, que se convirtieron en mis discípulos, no pueden oír chismes ni conversaciones mundanas sobre lo bueno o lo malo. Pero lo que oyen es el mejor Sonido (Celestial interno): el más hermoso, el más agradable, el más sabio, el más útil, el más salvador Sonido (Celestial interno). Eso es mucho mejor que escuchar los chismes y disputas del mundo. Por lo tanto, oír los sonidos externos no es nada grandioso; oír el Sonido (Celestial interno) es lo que realmente importa. Este Sonido (Celestial interno) no se oye con los oídos físicos. Si podemos oírlo por nosotros mismos, eso es bueno. Pero si no podemos, debemos encontrar un Maestro que se especialice en abrir la “facultad auditiva interna”. Cuando el Maestro nos ayuda a abrir esta facultad auditiva interna, entonces podemos oírlo. Pero cuando Lo oímos por nosotros mismos, puede que no sea un Sonido (Celestial interno) de alto nivel. A veces, nosotros mismos hemos oído el Sonido (Celestial interno) o hemos visto ya la Luz (Celestial interna), pero seguimos necesitando encontrar un Maestro Iluminado que verifique en qué nivel nos encontramos. Entonces, con el Poder del Maestro, somos elevados para abrirnos camino a través de este nivel, ascender a uno superior. ¿Entienden lo que digo? A veces, hemos practicado en vidas pasadas, por lo que esta vida también podemos oír el Sonido (Celestial interno) y también podemos ver la Luz (Celestial interna). Pero sin un Maestro Iluminado, no podemos alcanzar el Reino Superior. Un Maestro Vivo es alguien que viene del Reino más Alto, por lo que Él o Ella conoce el Camino. Solo entonces puede Él o Ella guiarnos al Reino Más Alto. Muy bien, ahora les dejaré hacer preguntas. Si hablo demasiado, se cansarán. ¿Están cansados? (No). No están cansados, eso está bien. Bien, ahora pueden hacer preguntas. Por favor, escríbanlas claramente. (Si tienen preguntas, por favor escríbanlas en la hoja de preguntas y entréguenlas a nuestro equipo). (Si se ha hecho con buenas intenciones, como mentir por bondad, ¿sería eso un pecado?) Es mejor no mentir. Si queremos alcanzar la Verdad, debemos hablar con veracidad. Cosecharemos lo que sembramos. Queremos buscar la Verdad, pero decimos mentiras – entonces las dos cosas van en direcciones opuestas. Y eso nos alejará aún más de la Verdad. (Maestra, deseamos sinceramente recibir la iniciación. Pero como vivimos en el extranjero, debido a circunstancias como la residencia y factores económicos, nuestro actual negocio de alimentación implica el uso de carne (de personas-animales). En esta situación, ¿podemos aún recibir la iniciación?) Entonces, ¿a qué se dedican los lugareños? ¿La gente local también vende carne (de personas-animales) para ganarse la vida? No. Entonces cambie su ocupación. Debes cambiar de ocupación. Puedes vender comida vegana, vender ropa y cultivar verduras. Cualquier trabajo que hagamos, siempre que sea suficiente para nuestras necesidades, es mejor. No persigas un poco de dinero extra, porque cuando muramos, nuestro karma será demasiado pesado y nadie podrá salvarnos. Entonces nos hundiremos en un lugar muy oscuro y lleno de sufrimiento. En ese momento, el dinero es inútil. Puedes vivir como la gente local. No tienen mucho dinero. Por ejemplo, si queremos comer más o disfrutar de lujos hoy en día, entonces tenemos que trabajar más duro o engañar más a los demás. Esto no es bueno. Podemos vivir de forma sencilla, comiendo verduras y legumbres, que aquí son muy baratas. Nuestra vida es impermanente. En diez años o en unas pocas décadas, ya no estaremos aquí. Basta con criar a nuestros hijos hasta que crezcan y puedan valerse por sí mismos. No debemos vivir por el dinero ni perseguir una vida de lujo. Eso solo daña nuestra alma, nuestra sabiduría y nuestra vida eterna. ¿Lo entiendes? Es difícil, lo sé. Muy difícil. Pero la Biblia dice: Buscad primero el Reino de Dios, y todo lo demás vendrá por añadidura, vendrá a vosotros. Buscad primero el Reino de Dios, y todo lo demás os será añadido. (Maestra, la mayoría de los chinos de ultramar se dedican al negocio de restaurante. Después de la iniciación, ¿pueden seguir con el mismo negocio? Muchos de ellos abren restaurantes, en su mayoría gente china) ¿No pueden abrir restaurantes veganos? Todos nuestros españoles comen vegano. (Les gusta comer filetes.) Solo unos pocos. Es porque preparas la comida sabrosa que vienen a comer. Esta es la mala costumbre que ustedes, los chinos, trajeron aquí, y crean un karma pesado. Sus antepasados, generación tras generación, nunca habían sabido siquiera qué era la carne (de personas-animales). No sabían cómo cocinarla, y si lo hacían, la cocinaban mal, por por lo que no la comían. En cambio, comían más frijoles. Ahora llegan los chinos, expertos en cocina, que utilizan mucho glutamato monosódico y condimentos, y la gente dice: “¡Vaya, la carne está buenísima!” Luego se gastan sus ahorros en comer los platos (de personas- animales) que preparas. Este tipo de karma es aterrador. Si la carne (de personas-animales) no se hubiera hecho sabrosa, no la habrían comido. No sabían cómo cocinar la carne (de personas-animales). Estaban acostumbrados a cocinar frijoles. Luego llegamos los chinos y trajimos este sabor con nosotros. ¡Oh, Dios mío! Me da mucho miedo. Ayer, alguien me preguntó: ella es vegetariana, pero su marido y sus hijos quieren comer carne (de personas-animales). ¿Puede recibir la iniciación? Le respondí: “Sí”. Entonces, ¿por qué te digo a ti “No”, vendes carne (de personas-animales) y de (personas)-pez? Porque las dos situaciones son diferentes. La acción externa puede parecer similar, pero las circunstancias son diferentes. Por ejemplo, si eres una esposa, casada con un marido, y te niegas a cocinar carne (de personas-animales) para él, la armonía familiar se vería afectada, ¿entiendes? Él incluso podría obligarte a cocinar carne (de personas-animales); ese es un caso diferente. En tu caso, tú eliges matar a las (de personas-animales) y ( personas-animales), y luego sirves su carne a otros. Estas dos situaciones son diferentes. Pero te lo digo francamente: incluso si ella compra carne (de personas-animales) y de (personas)-pez para que su marido coma, aquellos cuyos Ojos Celestiales están abiertos verían a los demonios golpeándola. Cada vez que va al mercado a comprar carne (de personas-animales) y personas-pez, los demonios la golpean y cae al suelo. Luego ella se arrastra y se va a casa a cocinar. Porque no tiene otra opción. En este caso, Dios la perdonará; solo recibe golpes de los demonios. Pero tú tienes otra opción Photo Caption: ¡Un pequeño arroyo puede sustentar tantas vidas!
