Serie de varias partes sobre experiencias cercanas a la muerte, parte 24: Advertencias Divinas a niños y adultos sobre la tecnología

En cada pantalla, podía ver niños de mi edad, algunos más pequeños, otros mayores, todos mirando fijamente teléfonos, tabletas o computadoras. Jesús se veía triste. “Esto es lo que veo cada día. Estos son los niños que amo, pero ya no pueden escucharme”.

Hoy en día, los niños, adolescentes y adultos pasan más tiempo usando dispositivos electrónicos que nunca antes. En Estados Unidos, casi el 80 % de los niños de ocho años o menos tienen acceso a un iPad o tableta. Cerca del 95 % de los adolescentes tienen acceso a un teléfono inteligente. En promedio, los adultos pasan unas dos horas y media al día desplazándose por plataformas de redes sociales. Estas innovaciones tecnológicas han traído nuevas oportunidades de aprendizaje, entretenimiento y conexión con seres queridos. Sin embargo, los científicos están descubriendo que el tiempo frente a las pantallas, en todas las edades, está aumentando rápidamente, provocando graves problemas de salud mental y física.

En el episodio de hoy, presentamos dos ECM de adolescentes que recibieron mensajes del Señor Jesucristo (vegetariano) sobre el posible daño que estas tecnologías pueden causar a la humanidad.

Comenzamos con la experiencia cercana a la muerte de una joven de 14 años, Madison Taylor Brooks. En un día lluvioso de octubre, la madre de Madison la llevaba a su práctica de voleibol, mientras ella estaba sentada en el asiento trasero desplazándose por las redes sociales. De repente, un tráiler se cruzó bruscamente en la autopista y chocó contra el SUV de Madison. El impacto hizo que el SUV, con Madison, su hermano y su madre dentro, girara por la carretera. Cuando el teléfono de Madison salió volando de sus manos, todo se volvió negro. Entonces, el alma de Madison viajó a través de un cálido túnel de luz. Al final se encontraba el Señor Jesucristo (vegetariano).

El Señor Jesús le dijo a Madison que tenía algo importante que mostrarle.

Él extendió Su mano, y cuando la tomé, de repente, estábamos en otro lugar. Parecía una sala enorme con miles de pantallas flotando en el aire. En cada pantalla, podía ver niños de mi edad, algunos más pequeños, otros mayores, todos mirando fijamente teléfonos, tabletas o computadoras. Jesús se veía triste. “Esto es lo que veo cada día. Estos son los niños que amo, pero ya no pueden escucharme”.

Luego, el Señor Jesús reveló cómo seres negativos están usando estos dispositivos tecnológicos para controlar a los jóvenes.

Cada pantalla mostraba a alguien como yo, encorvado, desplazándose sin pensar. Pero lo extraño era que alrededor de cada persona había sombras, figuras oscuras que les susurraban cosas al oído. “Los siervos del enemigo”, dijo Él. “Hablan mentiras a través de las pantallas”. Me llevó a una pantalla donde una niña de mi edad lloraba mientras se desplazaba por Instagram. Alrededor de su cuello había lo que parecía una cadena pesada, y al final de ella estaba su teléfono. Las sombras iban agregando más eslabones a la cadena con cada deslizamiento de su dedo.

Nos movimos a otra pantalla. Un niño, de unos 12 años, jugaba un videojuego violento. Con cada muerte en el juego, las sombras a su alrededor se volvían más grandes. Su ira está creciendo. Su capacidad de sentir compasión se está reduciendo.

Luego, Madison vio todos los momentos preciados a lo largo de su vida que perdió debido a su adicción a las redes sociales.

“8.422 horas”, dijo Jesús en voz baja. “Esa es la cantidad de tu vida que fue entregada a una pantalla”.

Luego, el Señor Jesús le mostró a Madison cómo sería la vida si su familia dejara los dispositivos tecnológicos y pasara más tiempo junta.

Era nuestra sala, pero diferente. Mi familia estaba jugando un juego de mesa. No había teléfonos a la vista. Todos se reían. Afuera, llovía, igual que el día del accidente. Pero dentro, estaba cálido y luminoso. Casi podía oler las galletas de mamá horneándose. “Esto pudo haber sido esta noche”, dijo Jesús con suavidad, “si los teléfonos se hubieran guardado”.

Luego, el alma de Madison regresó a su cuerpo. Después de compartir su ECM, los padres de Madison eliminaron la mayoría de sus aplicaciones de redes sociales, su papá dejó su computadora en el trabajo, y su hermano jugó menos videojuegos. Comenzaron a guardar sus teléfonos en una caja durante el tiempo en familia y a jugar juegos de mesa juntos. Basada en su ECM, Madison comparte este mensaje final y urgente para padres y niños sobre los dispositivos tecnológicos.

Si eres un padre que está viendo esto, por favor, escúchame. Tus hijos necesitan que seas valiente. Necesitan que pongas límites que ellos no pueden ponerse solos. Necesitan que crees un espacio donde la voz de Dios pueda ser más fuerte que la de las pantallas. Y si tienes mi edad y estás viendo esto, recuerda que vales mucho más que la cantidad de seguidores que tienes. Las sombras quieren que creas que te estás perdiendo de algo. Pero la verdad es que la vida, la vida real, está ocurriendo ahora mismo, a tu alrededor, y Jesús está tratando de llamar tu atención. Deja tu teléfono. Levanta la mirada. Él está esperando para mostrarte lo que realmente importa.

Mientras que la primera ECM resaltó los posibles daños de los dispositivos tecnológicos actuales, nuestra segunda ECM muestra una tecnología futura peligrosa que apenas está comenzando a surgir.

El 18 de octubre de 2023, Tyler James Morrison, de 14 años, estaba almorzando en la cafetería de su escuela. Cuando mordió una galleta, su garganta comenzó a hincharse. Rápidamente, la enfermera de la escuela comenzó a realizar maniobras de RCP para salvarle la vida. Entonces, el alma de Tyler flotó fuera de su cuerpo. De repente, el Señor Jesucristo (vegetariano) apareció ante el joven Tyler con una sonrisa hermosa y compasiva. “Tengo algo importante que mostrarte”, dijo Jesús. “Algo que el mundo necesita comprender”.

El Señor Jesús llevó a Tyler por encima de la Tierra y le señaló a una figura pública que muchos de nosotros conocemos: Elon Musk. “¿Ves a ese hombre allí?” Jesús señaló, y mis ojos fueron dirigidos hacia una figura que reconocí de inmediato. Era Elon Musk. Estaba de pie en lo que parecía una sala de control enorme con pantallas por todas partes.

“Tyler, necesito que escuches con atención. Este hombre pronto anunciará algo que lo cambiará todo. Él cree que está ayudando a la humanidad, pero no comprende la batalla espiritual que está a punto de desatar”.

Luego, Tyler vio a Elon Musk rodeado de sombras oscuras mientras hablaba ante una audiencia sobre una nueva tecnología. “Va a ofrecerle a la humanidad una forma de conectar sus mentes directamente a las máquinas. Él lo llama ayudar a las personas, hacerlas más inteligentes, curar enfermedades, pero lo que no ve es lo que realmente hay detrás de esta tecnología”. La sala alrededor de Elon se llenó de repente de sombras oscuras, cosas que no eran del todo humanas pero tampoco eran animales. Le susurraban al oído, y él asentía como si pudiera escucharlas. “Esos son demonios”, dijo Jesús en voz baja. “Quieren convencer a las personas de que abran voluntariamente sus mentes a algo que las separará de Mí para siempre”.

Luego, Tyler vio una visión del futuro, donde millones de personas hacían fila en clínicas y hospitales de todo el mundo para recibir los implantes de chips cerebrales. “Una vez que acepten el chip”, explicó Jesús, “sus pensamientos ya no serán completamente suyos. El enemigo tendrá un camino directo hacia sus mentes. Seguirán creyendo que están tomando sus propias decisiones, pero su capacidad para oír Mi voz, para sentir convicción por el pecado, para experimentar un verdadero arrepentimiento, todo eso quedará nublado”.

Luego, el Señor Jesús le dijo a Tyler que aquellos que rechacen este implante serán recompensados Divinamente en los tiempos venideros. “Aquellos que rechacen la falsa promesa de una salvación tecnológica experimentarán Mi Poder de formas que la iglesia moderna jamás ha visto”, dijo Jesús. “Estoy preparando un remanente que demostrará Mi Amor y Mi Poder a un mundo que ha olvidado cómo es lo verdaderamente sobrenatural”.

Al joven Tyler se le explicó por qué se le había dado este mensaje para traerlo de regreso a la humanidad. “Tyler, los jóvenes como tú serán los más afectados por este engaño. La tecnología será presentada a tu generación como algo divertido, como el siguiente paso en la evolución humana. Los videojuegos, las redes sociales, la realidad virtual, todo parecerá un entretenimiento inofensivo al principio”. “Te estoy enviando de regreso, porque necesito a alguien de tu edad que advierta a otros jóvenes”.

Luego, el Señor Jesús le dio a Tyler un último mensaje para la humanidad. “Diles que la respuesta no es temerle a la tecnología ni esconderse del mundo, la respuesta es estar tan cerca de Mí que puedan discernir lo que viene de Mí y lo que viene del enemigo”.

“Diles que Yo amo a Elon Musk, diles que oren por él, no que lo odien. Él ha sido engañado, pero no está fuera de Mi alcance. Si suficientes personas oran con amor genuino, todavía puedo abrir sus ojos antes de que sea demasiado tarde”.

Luego, Tyler despertó en su cuerpo físico, jadeando por aire en una cama de hospital. Después de su ECM, Tyler comparte estas palabras finales mientras entramos en una época sin precedentes en la Tierra.

Lo más importante, no tengas miedo. Jesús sigue teniendo el control. Él sigue siendo más poderoso que cualquier tecnología, cualquier demonio, cualquier plan del enemigo. Permanece cerca de Él, estudia Su Palabra, y confía en que Él te dará sabiduría cuando la necesites.

Gracias, Madison Taylor Brooks y Tyler James Morrison, por compartir estas revelaciones Divinas sobre los posibles daños de nuestros dispositivos tecnológicos personales y de la tecnología futura. ¡Esperamos que nuestros espectadores pongan en práctica estos mensajes! Por favor, limiten su tiempo frente a las pantallas y manténganse alejados de contenidos nocivos en línea. En su lugar, disfruten más tiempo en la Madre Naturaleza y conectando con sus seres queridos. Que todos, jóvenes y mayores, busquen una relación verdadera con Dios Todopoderoso, se arrepientan y se hagan veganos, ¡para que la fuerza negativa sea destruida para siempre y la Tierra se convierta en un paraíso glorioso para todos!