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El comienzo fue divertido porque yo era joven e ingenua. ¡Al principio de ser monje, no temes a nada, no sabes nada! Y aún estoy viva, ¡Dios protege a los inocentes! Sí, era bastante ingenua. ¿Se imaginan? De verdad, es como en tiempos de Buda y al final del siglo XX la gente construye rascacielos, van a la Luna y todo eso, y nosotros en tiendas de campaña y con las cabezas afeitadas, viviendo en la selva y asando patatas. ¿Se lo pueden creer? ¡Y creo que es la mejor vida que hemos tenido! ¡Y aún lo creo!
